El pasado 13 de agosto se cumplieron 120 años del nacimiento del director Alfred Hitchcock, es por esto por lo que Cinesur El Tablero de Córdoba ha querido rendirle homenaje emitiendo ocho de sus clásicos. “Rendimos homenaje al mejor cineasta inglés, al maestro del suspense y el thriller psicológico, con un ciclo especial” explican desde El Tablero.
Próxima proyección del ciclo…
Este “ciclo especial” se compone de un total de ocho de sus películas que se proyectan una por semana, cada jueves desde el 26 de septiembre hasta el 28 de noviembre de 2019, a las 20:00 horas. Las películas que ya se han emitido son Vértigo, 39 escalones y Los Pájaros, pero aún faltan por lanzar Atrapa a un ladrón, La Soga, La ventana indiscreta, Marnie, la ladrona, y Psicosis.
La última proyección del ciclo en El Tablero tuvo lugar la tarde del jueves 10 de octubre. Se trataba de Los Pájaros, una película estadounidense estrenada en 1963 y enmarcada en el género de terror y del suspense típico de Hitchcock. En esta producción el director consiguió transmitir, a través de la protagonista Melanie Daniels y el pánico de la población por la invasión de millones de pájaros la localidad, su interés “por el terror como muestra de pérdida de seguridad del individuo contemporáneo”.
Su trayectoria…
Alfred Hitchcock, conocido como el “Maestro del suspense”, nació el 13 de agosto de 1899 en Leytonstone, un barrio situado al noroeste de Londres. Y murió el 29 de abril de 1980 en California, Estados Unidos. Fueron 80 años los que necesitó para convertirse en el director británico más reconocido del panorama cinematográfico, siendo también el mayor referente del género de suspense o thriller psicológico.
La trayectoria del cineasta cuenta con más de 50 películas dirigidas por él mismo, entre las que se encuentran verdaderos clásicos, como, por ejemplo: Inociencia y Juventud, Alarma en el expreso, Con la muerte en los talones, o Psicosis. Su forma de hacer cine era especial. Hitchcock se convirtió en el pionero del cine de suspense y de una clase de técnicas a las que recurría habitualmente en sus direcciones. El uso de la cámara que imitaba la mirada de los personajes, encuadres que transmitían la dramatización o asfixia que se exponía, nuevas formas de montaje, y el misterio en sus tramas son algunas de las peculiaridades que hacían la manera de hacer cine del británico única y reconocible.
Uno de los momentos que, sin duda, marcarían la trayectoria del célebre director tuvo lugar en 1938, fecha en la que decide trasladarse a Nueva York tras ser contratado por un conocido productor. Fue allí donde Hitchcock consiguió crecer y resaltar su carrera gracias a los recursos de los que disponía el cine americano. Rebecca, de 1940, fue el primer largometraje que el director rodó en los Estados Unidos.