Desde 1974 esta filial peregrina a la Aldea del Rocío, comenzando su camino el sábado anterior al fin de semana de pentecostés. El día de la partida comienza a las 9 de la mañana con la Misa de Romeros y un pequeño recorrido por la ciudad para despedirse antes de emprender un camino de 20 km hasta La Luisiana, donde pernoctan. El resto de los días se componen de un recorrido de 25 km de media para los romeros astigitanos Este peregrinaje se reduce las dos últimas jornadas a 15 km.
El miércoles por la tarde cruzan el Guadalquivir por la barcaza de Coria del Río, el viernes el Vado del Quema y el sábado atraviesan el puente del Ajolí para, poco después, entrar en la Aldea y realizar su presentación ante la Reina de las Marismas.
Tras el largo caminar y la salida de la Virgen, Écija vuelve a casa. Lo hace de forma privada y en transporte hasta una finca cercana al municipio. Desde el cortijo comienza su entrada el martes posterior a Pentecostés, en la tarde-noche, hasta llegar a la Parroquia de Santa María, sede de la hermandad, para esperar un nuevo Lunes de Pentecostés, tras 11 días de camino.