Quien dice Versace, en cierto modo, siempre dice Milán. Y quien dice Milán siempre, siempre, dice moda.
No es casualidad que el pasado martes, último día de la Fashion Week de Milán saltase una de las noticias que más ha paralizado el mundo de la moda en los últimos años: Donatella Versace, al frente de la marca desde 1997 tras la muerte de su hermano Gianni, vende el gigante de moda de lujo al grupo Michael Kors por la cantidad de 1.800 millones de euros.
Donatella Versace en uno de los desfiles. Fuente: Flickr
Quien conoce la vida y la trayectoria de Versace sabe bien que no ha sido fácil. Tras la muerte de Gianni, una joven Donatella tuvo que hacer frente a una de las empresas de moda de lujo más importantes del panorama internacional con un solo objetivo: mantener viva la esencia de su hermano y, sobre todo, mantener la línea excéntrica de sus colecciones. Subidas, bajadas e incluso rozando la bancarrota allá por el año 2004, Donatella siempre supo qué era lo mejor en cada momento. Se adaptó a la nuevas generaciones a partir de las redes sociales, versionándolas hacia el lujo y la exclusividad y utilizando a las grandes imágenes de la moda como Naomi Campbell o Bella Hadid. Por ello, ahora, reconoce que la única posibilidad para el crecimiento de Versace es pertenecer a una plataforma internacional, como es el grupo Michael Kors Holdings Limited, que ahora, pasa a llamarse Capri Holdings Limited. "Confiamos en que formar parte de este grupo es esencial para el éxito a largo plazo de Versace y mi pasión nunca ha sido tan fuerte. Este es el momento perfecto para nuestra compañía, una que pone toda su creatividad e innovación en el centro de todos sus movimientos, siempre con intención de crecer.", así afirmaba la propia Donatella en una de sus últimas entrevistas.
Este hecho ha desatado un verdadero torrente de opiniones tanto en redes sociales como entre los expertos de moda. Y es que no es para menos. Por lo general, todas las marcas de moda de lujo siguen una línea, algo que les caracteriza, que les hace ser diferentes a las demás en un mundo tan competitivo como el de la moda, y es justo esto lo que hace que sus fieles seguidores temen perder, así expresaba la experta en moda Natalia Cebrián en su cuenta de Instagram. Hace años, cuando este grupo compra la empresa que más tarde daría su nombre,Michael Kors, hizo de ella más que una marca con cierto toque de exclusividad, un mainstream basada en la combinación de la accesibilidad y fastuosidad, muy lejos de lo que su creador pretendía en su fundación.
Si algo caracteriza a Versace es su línea basada en el barroquismo, la Italia más europea y una identidad más que señalada y aunque se entiende que es una esencia muy difícil de perder, todos los nuevos cambios traen nuevas incertidumbres.
Y aunque quizás sea momento de romper etapas, de crear un nuevo rumbo; siempre habrá algo claro, y es que Versace jamás volverá a ser lo mismo sin Donatella.
Porque quien dice Versace siempre, siempre dice Donatella.
Uno de los estampados más característicos de la marca. Fuente:Flickr