El pasado 27 de septiembre de 2018, en la antigua Abacería de San Lorenzo de Sevilla, se organizó, otro año más, el desfile de moda flamenca a beneficio del Centro de Estimulación Precoz de la hermandad cofrade Cristo del Buen Fin. La Abacería de San Lorenzo, regentada por Ramón López de Tejada, se vistió de gala para su cita de las 9:30 horas con un público muy sevillano y deseoso por ver una mujer vestida de flamenca en pleno comienzo del otoño.
Una larga alfombra envolvía las dos calles con las que hace esquina la antigua Abacería y unos adornos flamencos convirtieron en esa tarde, la famosa Abacería de San Lorenzo, en caseta de feria por unas horas. Capotes, farolillos y volantes hicieron que cientos de personas se trasladaran al Real en pleno mes de septiembre.
El evento, animado una vez más por el grupo Albahaca desde los balcones del establecimiento, duró 20 minutos ya que, al ser en plena calle, no se podía cortar más tiempo el tráfico de esa zona sevillana tan transitada a esa hora del día.
Durante el desfile, el coste íntegro de las consumiciones en la Abacería de Manzanilla solear y Bodegas Barbadillo fue destinado a la obra social. Además, Delia Núñez, diseñadora de la firma Pol Núñez, regaló un traje de flamenca para realizar un sorteo entre el público que disfrutó del desfile, con el fin de recaudar dinero con las papeletas del sorteo para el Centro de Estimulación Precoz.
Ramón López anima año tras año a acudir a pasar un rato divertido, pero sobre todo especial, ya que la ayuda a la labor que el Centro de Estimulación Precoz hace con los niños es gratificante, según comenta el dueño de la Abacería. Éste centro está destinado al tratamiento de niños nacidos con discapacidad cuyas familias no disponen de medios económicos para acudir al tratamiento privado de estimulación precoz, y con ello la finalidad de propiciar el desarrollo y conseguir la integración social de estos niños que, de otra manera, no pueden recibir el tratamiento por no existir en nuestra ciudad. Se inaguró el 1 de octubre de 1982 con fines totalmente altruistas y sin ánimo de lucro alguno, ideado por la Hermandad del Buen Fin.
Un año más, Flamenca Pol Núñez y Ramón López de Tejada hicieron la combinación perfecta en aquella esquina de San Lorenzo para aportar un granito de arena a la obra social.