Su nuevo espectáculo, presentado bajo el título de “Sí”, está dirigido por Carlos Domínguez-Nieto, director artístico de la orquesta cordobesa, contempla piezas de Béla Bartók, Ludwig van Beethoven, Tomás Bretón, Richard Wagner y Leopold Mozart entre muchos otros destacables compositores.
La cultura regresa tras el parón de la COVID-19, y para ello el ayuntamiento ha adaptado una serie de normas que influirán en el número de público por espectáculo. Gracias a esto, todos los cordobeses podrán seguir disfrutando de la programación de los teatros de una forma más segura. Durante la presentación de la programación, la orquesta ya dio muestras de cómo han tomado las medidas de seguridad; por ejemplo, el uso de mascarillas entre todos sus miembros exceptuando aquellos músicos que tocan un instrumento de viento.
Espectadores en el Teatro Góngora esperando el comienzo de la función. Fotografía: Natalia Gaviño
La presentación contó con la asistencia de público. Los oyentes, una vez llegados al teatro y siguiendo las reglas y el distanciamiento social, pudieron disfrutar de un carrusel de piezas musicales. La orquesta arrancó con un homenaje a Beethoven, con motivo del 250º aniversario del compositor. Entre una pieza y otra, mientras la orquesta se preparaba, el director Domínguez-Nieto deleitó a los espectadores con unas palabras para explicar cada intervención y algunas viejas historias de alguna de aquellas obras.
Partitura de la Orquesta de Córdoba. Fotografía: Natalia Gaviño
Tras varios movimientos de hojas, los violines posados de nuevo en el hombro y los flautistas preparados y recargados de nuevo aire, comenzó a sonar “Cuadros Húngaros” de Béla Bartók. Es espectacular cómo se dan protagonismo los unos a los otros que se van uniendo progresivamente a la melodía, aunque, el lenguaje gestual del director y ver cómo era capaz de conducir la música a través de movimientos precisos, que se prolongaban y cortaban al ritmo de los instrumentos como si de un baile se tratase, fue lo más destacable.
Instrumentos de la Orquesta de Córdoba. Fotografía: Natalia Gaviño
Después sonaría “El polo gitano” de Tomás Bretón, y he de confesar que sin duda alguna fue mi favorita, ya que la Orquesta de Córdoba me hizo viajar al año 2018 y recordar una experiencia que viví al al bailar esa pieza sobre un escenario, y es que verdaderamente la música te puede llegar a transportar a momentos del pasado.
La orquesta finalizó con una polca que puso a los espectadores en pie, que envolvieron en una lluvia de aplausos a los profesionales de la música.
Cierre del espectáculo de la Orquesta de Córdoba. Fotografía: Natalia Gaviño