jueves. 21.11.2024
El Cristo del Miserere encubría un documento desconocido

Hallan un manuscrito en el interior de un Cristo del siglo XVIII

 

Demostración del manuscrito escondido / Vídeo extraido de la agencia EFE

 

Unos restauradores del Cristo de la Iglesia de Santa Águeda del municipio de Sotillo de la Ribera (Burgos), al retirar una parte de la figura, ecuentran en el interior de la nalga un documento manuscrito del siglo XVIII.

El documento está fechado en 1777 y firmado por el capellán de la Catedral del Burgo de Osma, Joaquín Mínguez. Consiste en dos pliegos escritos a mano por ambas partes con una cuidadosa caligrafía, que aportan información económica, religiosa, política y cultural de la época, y también, sobre el escultor. 

La talla, en madera, fue esculpida por Manuel Bal, académico natural de San Bernardo de Yagüe y vecino en Campiño, ambos del Obispado de Osma. También fue autor de otras cinco estatuas del altar mayor de la Iglesia de Santa Águeda (Santa Águeda y los santos Santiago, Millán, Jerónimo y Juan). El coste de estas obras corrió a cargo de Juan Antonio Serrano Mañero, natural de Sotillo de la Ribera y canónigo de Santiago.

El Cristo es conocido popularmente en Sotillo de la Ribera como "Cristo del Miserere", debido a que en esta localidad existe la tradición de cantar el Miserere ante el Cristo los viernes de Cuaresma y en las procesiones del Jueves y Viernes Santo. 

Manuscrito escondido y extraido de las nalgas de un Cristo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El manuscrito se compone de diversos apartados. En uno de ellos el capellán describe lo que se cultivaba en el Obispado del Burgo de Osma: “cosechas de trigo, centeno, cebada, avena” y especialmente del vino “en tierra Aranda” del que declara que las cosechas son tan numerosas que tienen que derramar mucho vino porque no coge en las bodegas. 

También, habla de las enfermedades más comunes “tercianas y cuartanas” (fiebres del paludismo de tres y cuatro días), "dolor de costado, tabardillos" (fiebres tifoideas). Y de los entretenimientos preferidos por la población: "pelota, calvo, barra y otros juegos pueriles". 

En otro apartado describe datos generales: “La Corte está en Madrid. Hay Correo y Gaceta para las noticias. Hay Inquisición, por lo que no se experimentan errores contra la iglesia de Dios. Se contrata en funciones grandes toreros famosos de Salamanca”. También cita diversos eventos, nombres de regidores y al rey Carlos III.

Según el historiador Efrén Arroyo, miembro de la Cofradía de Semana Santa de Sotillo de la Ribera, todas estas referencias muestran que la intención del capellán era dejar constancia para la posteridad de cómo era el mundo que lo rodeaba en 1777. Se trata de una ocurrencia o juego entre el capellán y el autor de la talla ya que ponen el manuscrito en un hueco hecho en el Cristo que actúa como una "cápsula en el tiempo" para que se descubra cientos de años después. 

La empresa restauradora es Da Vinci Restauro, y la promotora de la restauración de talla ha sido la Cofradía de Semana Santa de Sotillo de la Ribera. La Coordinadora de la Semana Santa de dicha localidad ha enviado el documento original al archivo del Arzobispado de Burgos, donde se conservan el resto de documentos del Archivo Parroquial de Sotillo de la Ribera. Sin embargo, ha guardado una copia del mismo en el interior de la talla del Cristo para que continúe cumpliendo la intención del capellán, que generaciones futuras sean testigos de la realidad presente del capellán Joaquín Mínguez y del escultor Manuel Bal. 

Hallan un manuscrito en el interior de un Cristo del siglo XVIII