Mientras que en años anteriores las diferencias entre conferencias había sido prácticamente abismal, en los dos últimos cursos baloncestísticos estas han sido mínimas y muy difíciles de sacar a relucir. Los equipos del Este, que durante mucho tiempo habían sido inferiores a los del Oeste, se han reforzado con jugadores de gran calibre y han encontrado un juego mucho más efectivo que está devolviendo a la NBA al nivel competitivo visto en sus mejores años, cuando jugadores como Jordan, Ewing, Miller, O´neal o Barkley militaban en las filas de las distintas franquicias.
En la presente temporada, estamos presenciando un gran nivel por parte de la mayoría de los equipos y las estrellas de cada uno están otorgando una calidad soberbia al público amante del deporte de la canasta.
A pesar de que en la noche del viernes 16 hubo un gran número de encuentros, ocho en concreto, hubo dos que destacaron sobre el resto. Esto se debe a quede los 15 equipos que componen la conferencia este hay 6 que son claros aspirantes a alcanzar Las Finales, y cuatro de ellos se vieron las caras en dos frenéticos partidos.
Por un lado, los 43 puntos de Kyrie Irving, a los que acompañaron con 11 asistencias para sus compañeros, hicieron que los Celtics vencieran a los Toronto Raptors de Serge Ibaka. El español, que realizó un buen encuentro anotando 21 puntos, y sus destacados compañeros Kawhi Leonard, 31 puntos, y Kyle Lowry, 14 tantos, no pudieron evitar que el joven equipo de Boston se llevara el triunfo por 116 a 123 en un eléctrico encuentro que se tuvo que ir a la prórroga.
Por su parte, el otro gran partido de la noche fue el que enfrentó a los equipos de Utah y Philadelphia, conjuntos que destacan por su juventud y su juego rápido y físico, que los convierten en dos de las franquicias más entretenidas para ver jugar. Las expectativas que había para este duelo no defraudaron y ambos dieron un recital de juego que hizo levantarse a los seguidores de los Sixers de sus asientos en casi todas las jugadas ante la intensidad de sus movimientos.
A pesar de que en los primeros minutos los de Philadelphia supieron aprovecharse de los errores del sus visitantes y alcanzaron ventaja en el marcador, los de Utah supieron mantener la calma y hacer su juego para volver a meterse en el partido en el segundo cuarto y mantener un encuentro muy apretado hasta los últimos minutos, cuando los Sixers supieron hacerse superiores y demostraron por qué tras varias temporadas en la sombra, en los dos últimos años son merecedores de ser considerados como aspirantes al anillo.
Al concluir el encuentro, Jimmy Butler, jugador más destacado en este partido de los Sixers, que llegó hace unos días al equipo procedente de los Minesota Timberwolves, a los que había pedido el traspaso, hizo unas declaraciones en las que dejó ver el descontento que tenía con su anterior equipo: "Es mucho más divertido jugar con estos chicos... Todos quieren ganar y cuando alguien se equivoca, lo hablas, no lo toman como algo personal y hacen su trabajo".