La marca CrossFit, pionera en entrenamiento de alta intensidad, ha generado un impacto global desde su fundación en el año 2000. Con un modelo de negocio basado en licencias de marca, competiciones y formación de técnicos, ha alcanzado un valor de marca de más de 4.000 millones de dólares. En España, con más de 650 "box" de CrossFit, ha prosperado, mientras que en México enfrenta desafíos legales debido a conflictos de patentes.
La marca Crossfit fue fundada en el año 2000 por Greg Glassman y Lauren Glassman, este sistema de entrenamiento que combina halterofilia, movimientos gimnásticos y ejercicios funcionales a alta intensidad, ha revolucionado la forma en que millones de personas abordan su salud y condición física. Sin embargo, según los expertos en patentes contactados, debemos separar el momento del registro del Crossfit como marca, y el origen de esa metodología de deporte.
La concepción de este deporte surgió en 1974, en Santa Cruz, California, cuando Greg Glassman, estudiante universitario, recopiló una serie de metodologías de entrenamientos conocidas mundialmente para entrenar a los distintos cuerpos de seguridad, policía, bomberos y militares, entre otros. De hecho, si comparamos los entrenamientos de CrossFit con los entrenamientos de la Armada, aportados a esta investigación por un marine estadounidense Alexander Jiménez, podemos apreciar muchas similitudes. De hecho, el “Murph”, un WOD “work of day” que se realizan todos los centros de crossfit del mundo, cada año, el último sábado de mayo. Consiste en correr 1 kilometro y 800 metros, hacer 100 dominadas, 200 flexiones, 300 sentadillas y correr otro kilometro ochocientos metros, se hace en honor al teniente Muchael Murphy, oficial de la Marina de los Estados Unidos que murió durante la guerra de Afganistán en 2005.
El modelo de negocio de CrossFit se basa en tres pilares fundamentales: la venta de la licencia de uso de su marca, la organización de competiciones y la formación de técnicos y jueces para eventos. El modelo funciona parecido a un sistema de franquicias, nos explican los expertos en patentes y marcas. Y su valor es de más de 4.000 millones de dólares según Forbes. Lo más sorprendente de todo es que CrossFit no posee ningún club propio.
Según los entrenadores de CrossFit entrevistados, Gabriel Moreno, y Mayte Acuna, la estructura de tarifas funciona de la siguiente forma: para abrir un "box" de CrossFit, como se denominan los centros de entrenamiento de este deporte, el propietario debe pagar una tarifa anual de 2.800 euros, además de 1.000 euros adicionales para obtener la certificación inicial. Esta fórmula ha sido la clave de su expansión global, pues asegura que cada box mantenga los estándares de calidad y metodología que caracterizan a la marca.
Después de los primeros cinco años, los propietarios de los boxes tienen la opción de renovar su certificación o avanzar a niveles superiores de entrenamiento. El nivel 2 de formación (1.070 euros) permite convertirse en coach, es decir, entrenador, sin necesidad de renovar la certificación, mientras que los niveles 3 y 4 requieren una mayor experiencia y horas de enseñanza. Para ser coach hay que haber impartido entre 750 y 1.500 horas de clases.
Con todo, los practicantes de este deporte también deben considerar el equipamiento necesario para realizar este deporte de forma completa. Este incluye una gama de artículos diseñados para optimizar el rendimiento y garantizar la seguridad durante los entrenamientos. Entre estos elementos se encuentran los zapatos de CrossFit, fundamentales para los WODs, con precios que oscilan entre los 90 y los 160 euros. Las zapatillas específicas para halterofilia, que varían entre 120 y 250 euros, son esenciales para los levantamientos más pesados. Además, se necesitan otros accesorios como una comba, con un coste aproximado de 20 a 50 euros, y calleras, que facilitan el agarre a las barras y la realización de movimientos gimnásticos, con precios que van desde los 25 hasta los 50 euros. Para proteger las articulaciones al levantar cargas pesadas, se recomienda el uso de rodilleras, cuyos precios oscilan entre los 25 y los 60 euros. Finalmente, un cinturón lumbar, que ayuda a proteger el core y corregir la postura lumbar, puede encontrarse en el mercado con precios que van desde los 40 hasta los 90 euros. Estos elementos no solo son parte integral del equipamiento necesario para practicar CrossFit de manera segura y efectiva, sino que también representan una inversión adicional para los entusiastas de este deporte, aunque dicho desembolso no vaya destinado hacia la marca fitness, sino a las marcas especializadas en equipamiento deportivo, entre las cuales podemos resaltar: Piscil, Train Like Fight, Velite, Nike y Reebok entre otras.
España, en particular, ha acogido la filosofía del CrossFit gratamente desde 2011, cuando se abrió el primer box. Nuestro país cuenta con más de 650 boxes, lo cual genera al año 1,8 millones de euros, un 4% de los ingresos globales de la compañía, situándose como el quinto país con más boxes de CrossFit del mundo. Sin embargo, no todos los países han recibido a CrossFit con tanta amabilidad. En Méxicola marca se enfrenta a un obstáculo legal debido a una situación peculiar con una marca casi homónima, Crossfut, registrada en 2004 por Ignacio Sotoborja, que existe desde hace varios años antes de la llegada de la marca estadounidense al país. Dado que ofrecen productos similares, la ley mexicana no permite su coexistencia.
Con todo, la evolución del CrossFit desde su concepción ha sido exponencial. Además de transformar la manera en que se aborda el entrenamiento físico, ha demostrado haber desarrollado un modelo de negocio eficaz, sostenible en el tiempo y que reporta notables resultados económicos. Tanto que, este gigante seguirá revolucionando el mundo fitness y ampliando fronteras.