martes. 03.12.2024

The Metric Society, el libro de Steffen Mau, aún por traducir al español, cambiará los estudios sociológicos en los años venideros. En él, el autor relata las desigualdades sociales alcanzadas, o que se alcanzarán, a consecuencia de la cuantificación de todos los eventos y elementos de nuestra vida. Los objetivos de esta obra son analizar dónde nos encontramos y sobre todo dónde vamos. Es una llamada de atención general, pero, sobre todo, es una llamada a la conciencia y a la responsabilidad. Propone un análisis de la sociedad, teniendo en cuenta un factor fundamental, que habitamos en una sociedad digital. Mau nos muestra los engranajes de esta, qué significan y generan a nivel social.

 

Este último trabajo de Steffen Mau supone una descomposición de la sociedad analítica y métrica en la que nos encontramos. Para su análisis se basa en una bibliografía extensa en la que cuenta con autores como Bourdieu, Bauman, Chul-Han, Foucault, entre otros. El examen que realiza de este mundo global no es un análisis neutral. Mau muestra una opinión muy parcial hacia el capitalismo y el neoliberalismo e intenta explicar la “meritocracia numérica” desde una crítica hacia la misma. Todo ello, desde un discurso sesgado, pero intentando ser asertivo, basando sus conclusiones en hechos objetivos.

El autor alemán nos explica los entresijos de esta sociedad en 10 capítulos que abarcan numerosos ámbitos de la vida, pública y privada, en los que los números están presentes. Quién es el que decide en esta nueva estructura social, y cuál es el papel del individuo en ella. En las casi 200 páginas de su libro, se tratan diversas temáticas relacionadas, tal y como su nombre indica, con la sociedad y la métrica. The Metric Society nos muestra el papel fundamental que juegan los números cada día, definiendo realmente cómo nos relacionamos.

 

  • Una mirada a la sociedad de la evaluación desde la COVID-19

Si Steffen Mau hubiese escrito este mismo libro en 2020, viviendo una pandemia, y como observador de las consecuencias sociales que está teniendo y tendrá, hubiese redactado uno bastante diferente. Tal y como Mau argumenta en su libro la salud ha dejado de ser un asunto doctor-paciente, ahora hay más actores involucrados. Desde la COVID-19 podemos observar la experiencia empírica de esta cuestión. Una de las primeras demandas populares, aunque en España no haya tenido mucho éxito, fue la app Radar- COVID. Si eras uno de los contagiados tu doctor debía introducir un código en la app para notificar a los que hubiesen estado alrededor tuyo. Nuestra salud enviada a la red pública. El diagnóstico no solo ha dejado de ser parte del ámbito privado, como es lógico en una pandemia, lo llamativo y relacionado con la sociedad definida en el libro es que se ha llevado a cabo mediante el uso de los parámetros, a través de dispositivos inteligentes.

Otro de los temas que trata The Metric Society es cómo el ser cuantificado se considera árbitro de su propio cuerpo por toda la información que obtiene de él. Durante el confinamiento, provocado por la COVID-19, numerosas personas se han “autodiagnosticado” coronavirus, sin consultar a un médico, simplemente porque tenían el conocimiento de los síntomas y asumían que lo habían pasado. Igualmente, como ocurre con todo lo noticioso, se han difundido bulos. Entre ellos algunos relacionados con relojes inteligentes que, literalmente según el chico que los publicitaba, “detectaban el Covid”.

Como declara Mau, en esta sociedad de los datos, todo el mundo se considera experto; y no iba a ser menos durante esta pandemia. En esta época de poca información, fehaciente, y de novedad, donde ni siquiera los médicos eran conocedores de a lo que se enfrentaban, numerosas personas se consideraban expertos en coronavirus por leer en diferentes periódicos, ver gráficas, compararse con otros países o por el famoso “yo es que conozco a un médico que dice que...”. Desde la ignorancia, muchos querían ser biólogos sin haber estudiado biología o médicos sin haber hecho medicina.

Asimismo, estamos inmersos en la cultura de la evidencia, ya no se confía en los expertos, a no ser que estos muestren evidencias y resultados. Esto trae consecuencias positivas, como una población más inteligente y más exigente pero, por el contrario, en situaciones como la vivida durante la pandemia, ha traído consigo muchas teorías conspiratorias, dudas en el sistema sanitario e incluso un atisbo de superioridad con respecto a los científicos. Los movimientos antivacunas, o las dudas hacia ellas, están aconteciendo en España por una desconfianza de los expertos; porque la gente se considera especialista en coronavirus al haber leído un artículo sobre los efectos “adversos” de las vacunas. Hay una sobreinformación de datos que hace que cada cual se aferre a los números y publicaciones que le convengan.

Quizás en España, el presente/futuro de las dinámicas de puntuación en salud, que augura Mau, están lejos de nuestro espectro. Aun así, las diferencias que sucederían por ellos no están tan lejos. En España ya hemos hablado de carnés para personas con anticuerpos y ahora que la vacuna está a la vista no se deja de hablar sobre los privilegios que los vacunados tendrán: ¿podrán viajar sin necesidad de una PCR? ¿Podrán entrar en lugares cerrados sin mascarilla? La salud está pasando a ser un tema de opinión y carácter público, pero no es una excepción, solo es la primera pieza de dominó caída que va a dar lugar a un nuevo funcionamiento social a nivel mundial. Las dinámicas sucedidas en estos meses nos permiten ver la punta del iceberg de lo que se viene.

Steffen Mau, actualmente, ejerce de profesor de macrosociología en la Universidad de Humboldt en Berlín. Con estancias realizadas en Harvard, y seis libros publicados, se ha consagrado como experto en desigualdades sociales, europeización, estado de bienestar, meritocracia y otros ámbitos sociológicos. Uno de sus reconocimientos más relevantes es su membresía al consejo alemán de Ciencias y Humanidades. Su última obra, protagonista e inspiración de esta reseña, es The Metric Society, publicada en 2017, y traducida al inglés en 2019.