Luz Sánchez- Mellado es una periodista en esencia. Con una larga experiencia que plasma cada semana en sus columnas de El País con estilo fresco, directo y lleno de sentido del humor. En esta conversación cuenta qué necesitamos los estudiantes de comunicación para convertirnos en verdaderos periodistas y ofrece su mirada sobre la profesión: “No todo el mundo es periodista porque comunique algo por su móvil”. Gracias a ese estilo personal tan libre ha sabido conectar con las generaciones más jóvenes.
Se inició en el mundo del periodismo con tal solo 19 años, en El País, donde continúa a día de hoy. Destaca la necesidad de una “curiosidad omnívora, universal” que se le tiene que exigir a todo periodista, acompañada de una constante preocupación por lo que pasa ahí fuera. “A un periodista que se esté iniciando le recomendaría que no deje nunca de estar al día”. Y recalca que "escribe siempre para los demás”, así que invita a quienes se estén iniciando en el oficio a que se interesen en “la vida del otro”.
Desde esos inicios hasta ahora, Sánchez-Mellado ha podido ver la evolución de la profesión en primera persona. Sin embargo, para ella “el periodismo en esencia sigue siendo lo mismo”. Es evidente la importancia que han adquirido últimamente las tecnologías y las redes sociales (RRSS) en el mundo de la comunicación, Luz lo tiene bastante claro: “lo que diferencia a un periodista de un ciudadano comunicador o entretenedor es que aplica ese código de veracidad, honestidad e intermediación responsable que está en los orígenes del oficio y que ahora más que nunca cobra sentido”.
Y es que la importancia que han adquirido las nuevas tecnologías en el mundo de la comunicación ha traído consigo la mala manía de los jóvenes de informarnos mediante ‘Influencers’ o redes como Tik tok. Sobre cómo combatir este exceso de desinformación, Luz responde de manera tajante, “pues no bebiendo solo de una fuente”. Se dirige a “los que queremos dedicarnos a esto” para darnos el sabio consejo de contrastar toda la información siempre y, de nuevo, “beber de varias fuentes”. “Hay varias miradas y creo que tienes que formar la tuya teniendo en cuenta las distintas posturas que circulan por ahí”.
Sánchez-Mellado habla de su larga e interesante trayectoria. Treinta y cinco años de columnas semanales. ¿Cómo es posible no quedarse sin ideas? “A veces hay crisis, la crisis del folio en blanco también nos sucede”. Y a continuación, da un consejo para futuros episodios de falta de ideas y temas a tratar en una columna de opinión: “Siempre hay una metedura de pata, un Rubiales diciendo ‘no voy a dimitir’ y al que obligan a dimitir, siempre hay algo durante la semana a lo que le puedes meter el cuchillo”. Cuenta cómo es escribir de manera profesional y lo difícil que resulta a veces acotar todo lo que quieres decir a un número limitado de palabras (300 en el caso de la versión web de El País). “Tienes que elegirlas bien y afilar cada palabra para que diga exactamente lo que quieres”.
Aspiro a provocar algo en la audiencia
Al hablar sobre un tema controvertido, hay que “afilar bien” el lenguaje para expresar de manera especialmente cuidadosa tus ideas porque “el periodista no es un escritor de periódicos, es un periodista”, afirma taxativa. "Aspiro es a provocar algo en la audiencia, sea una emoción, sea una indignación o un cuestionamiento de tus propios principios”, explica sobre el enfoque sobre el que asienta su reconocible estilo. “Me gustan los charcos, me gusta mojarme y embarrarme”, reconoce entre risas, aunque a veces haya salido “con el rabo entre las piernas”.
Y es que, aunque sus columnas semanales traten cientos de temas diferentes y le guste meterse en polémicas, Sánchez-Mellado defiende la necesidad de contar con un estilo propio. “Creo que puedo aportar una mirada de experiencia de años, tanto como emisora como receptora de información y una mirada particular que, por lo que sea, interesa a la gente”.
Entre risas, Luz cuenta cómo considera el humor una de las armas más poderosas del columnista. Un ingrediente que podemos ver en la mayoría de sus escritos. De hecho, parece que aplica el humor a todos los ámbitos de su vida.
“Tengo ‘haters’ más fieles que un novio”
Los haters son un gaje del oficio. Sobre todo en un oficio como este, en el que la relación con la opinión política es muy estrecha. Planteamos este tema a Luz, ya que ella lleva perteneciendo al mismo medio toda su vida profesional. “Uno sabe dónde trabaja y las noticias o los asuntos que son de interés para el medio en el que desarrolla su profesión”. A pesar de esto, afirma que a ella nunca le han cortado la libertad en cuanto a temas. Sí cuenta la anécdota de la única que vez que tuvo problemas con su texto. “A mí me levantaron una columna una vez porque la utilicé como altavoz para una demanda laboral y se me invitó a cambiarla y no quise”.
Esto no es más que un ejemplo de que Luz Sánchez-Mellado es una mujer de principios y con una idea muy clara de cómo funciona su trabajo. “Evidentemente, los periodistas no somos ángeles y trabajamos para quienes trabajamos, pero el cortafuegos es la honestidad personal y profesional”, argumenta la periodista.
Esa fidelidad a los principios y el compromiso con la honestidad y la veracidad a la hora de tratar la información debe ser clave para la carrera de un periodista. Aun así, le preguntamos cuál es la diferencia entre un buen periodista y uno mediocre, el porqué de su éxito frente al fracaso de otros.
Antes de responder a la cuestión, deja claro que “el éxito lo ven los demás”. Desde una humildad que se nota que no es forzada, asegura que cada vez que termina una columna piensa: “he salvado el culo por hoy”. Una respuesta que se aleja del divismo que suponemos a las grandes firmas de opinión de los medios de nuestro país. Sin querer, con su actitud completa la respuesta a la pregunta, ya que esa humildad tiene que ser clave para llegar al éxito que ella misma no reconoce.
Buscando el estilo
Sánchez-Mellado aborda un tema esencial para la profesión, el estilo. “Creo que la creación de un estilo no es algo premeditado, te sale”, opina la periodista. Finalmente, da el consejo definitivo. “Creo que los estudiantes y los jóvenes periodistas tienen que saberlo todo de la carrera, o por lo menos tener la base para luego soltarse la melena”. A ella le costó tiempo y trabajo que le dejaran hacerlo. “Yo me he chupado sumarios de El País semanal y teletipos a chorro antes de que me dejaran soltarme la mía”. Cuando finalmente consiguió hacerlo, descubrió que tenía “lo que hay que tener” para que los lectores conectasen con sus columnas. “Yo creo que una carrera profesional se consigue a base de la coherencia personal y tener algo, lo que sea, que enganche al lector”, repite como una lección.
Quizá los inicios de la carrera de un futuro periodista se basan en encontrar qué es eso que engancha al lector, qué parte de tu escritura es la que cautiva lo suficiente a la gente para que te lean todas las semanas durante 35 años. Es un objetivo bastante difícil de encontrar, pero como dice Luz: “Creo que alguien que apuesta por esta carrera ya tiene algo ganado, las ganas de contar cosas y que esas cosas lleguen a un público”. Eso quiere decir que vamos por buen camino, y si no, citando de nuevo a la entrevistada, “siempre estás a tiempo de cagarla”.