Todos hemos visto las hermosas campañas de publicidad de las mejores marcas, las fotografías de modelos perfectamente retocadas y la fantasía de lo que es el mundo de la moda. Pero pocos logran presenciar o formar parte de su producción.
Con tan solo 21 años, su talento y su cámara, Alejandra Tamayo, o mejor conocida por su usuario en redes sociales @lea.tamayo, comenzó su travesía en Buenos Aires, Argentina. Después de afrontar todas las brechas impuestas por la sociedad y la industria de la moda, hoy en día con tan solo 24 años, Alejandra se han convertido en una de las fotógrafas y retocadoras más prometedoras y en ascenso en América Latina. “Es un talento poder crear y transmitir una historia a través de una sola imagen”.
¿Qué se requiere para ser un fotógrafo hoy en día?
Tener el mayor conocimiento posible en arte, literatura, narrativa visual, tendencias y tecnología. Hoy en día un fotógrafo tiene que ser analítico y observar lo que lo rodea para lograr retratar una realidad de la mejor forma posible. Pero sobre todo debe estar preparado para ser empírico, cada día se aprende algo nuevo o la tendencia con la que se trabajaba previamente cambia. Lograr adaptarse ante el cambio es lo que define a un buen fotógrafo.
"un fotógrafo tiene que ser analítico y observar lo que lo rodea... Pero sobre todo debe estar preparado para ser empírico".
Autodidacta y perseverante
Tengo entendido que no tuviste una formación académica extensa en fotografía, ¿esto te ha generado algún impedimento?
La fotografía no era mi primera opción, siempre había sido una de mis muchas pasiones, pero tenía planeado estudiar bellas artes, por razones de la vida, eso no ocurrió… Estaba en Colombia y todos mis amigos comenzaban su vida universitaria, y yo por otro lado, estaba algo nerviosa, no sabía qué hacer en el momento. Al poco tiempo una de mis amigas me llamó, recordaba cuánto me gustaba la fotografía y confió en mí para producir las fotos de su primera marca. Trabajar con ella fue mi primer contacto con la moda, fui aprendiendo en el camino, y es por eso por lo que me considero una fotógrafa autodidacta. Produjimos varios proyectos juntas y estaba tan feliz con uno de ellos, que decidí enviarlo a un concurso para realizar un curso de fotografía en Argentina, ganarlo fue como una señal de que la fotografía sería parte de mi vida laboral, y fue así como llegué a mudarme a Buenos Aires.
Para responder tu pregunta, mi formación ha sido una mezcla entre cursos, talleres y experiencia laboral. Pero diría que no ha sido mi mayor impedimento en este camino, podría decir que ha sido mi edad, empecé muy joven y no es lo común en este tipo de medio. Llegar a trabajar al mismo nivel de personas mayores con una extensa formación y experiencia puede llegar a ser algo intimidante, no hubiera llegado a adquirir ciertos trabajos si hubiera mencionado previamente mi edad. Algunos ni me creían en el trabajo cuando se enteraban lo joven que era, así que prefiero no mencionarlo de primeras.
¿Actualmente en qué estás trabajando?
Siempre he sido freelancer, y la moda es un sector tan extenso que me lo ha permitido, pero ahora estoy enfocada en otra de sus muchas ramas, este es el retoque digital. Abrí hace poco mi primer estudio de retoque, @moire.retouch y este nuevo proyecto me tiene bastante emocionada, ver mi trabajo en vallas, revistas y en el periódico nacional a veces me deja sin palabras.
¿Cuál crees que es el rol de un fotógrafo y en tu caso también el de una retocadora?
“Los fotógrafos tenemos una responsabilidad social y los retocadores una aún más grande. He visto tantas imágenes retocadas hasta cierto nivel que la modelo no se reconoce en persona. Algo que he aprendido en estos años de experiencia, es que no se trata de vender una imagen falsa. El ser humano anatómicamente es asimétrico, y personalmente trato de dejar el mayor número de errores al momento de retocar una imagen, prefiero jugar con las sombras y luces de la fotografía para dar el mejor resultado de manera realista y natural.
"prefiero jugar con las sombras y luces de la fotografía para dar el mejor resultado de manera realista y natural"
Por otro lado, también he tenido clientes que me han pedido que adelgace de más a una modelo, y siempre me rehusó, porque como retocadora tengo la responsabilidad de no imponer estándares de belleza inalcanzables, y creo que este tema es bastante polémico en la moda y cada vez más en las redes sociales. Pero la cadena de responsabilidad empieza con nosotros los que estamos detrás de escena de una editorial, ya que esa imagen va a ser el referente visual para los jóvenes que son los más vulnerables a todo el contenido que ven en redes sociales.
Después de escuchar tu afirmación previa, ¿cuál es tu opinión sobre Instagram?
Tengo una relación de amor – odio hacia la plataforma. Por un lado, es un espacio visual hermoso donde he podido dar a conocer mi trabajo y en mis cuentas personales es un canal de amor propio, y digo esto porque publico fotos que me representan, a mi avance, mis logros y mi seguridad propia. Querer mostrarme bien en mis redes sociales significa que me importa mi imagen personal, en ningún momento lo llamaría narcisismo, no creo que nadie publique en redes sociales contenido del cual no se sienta bien al respecto. Pero terceras personas pueden llegar a convertir lo que en un principio estaba diseñado para ser un canal para compartir e interactuar, en un espacio para criticar y juzgar, es por eso hay que tener cuidado y ser responsables con su uso, más si por razones laborales no puedes tener un perfil privado.
"estoy adicta a las emociones de este medio"
Por último, ¿qué es lo que te motiva a seguir trabajando en esta industria?
No te voy a mentir, trabajar en un medio como es la moda es una lucha constante de egos, una sola campaña publicitaria o editorial es conformada por un equipo con distintos roles, cada uno igual de importante que el otro; entre ellos podemos encontrar, a maquilladores, estilistas, productores, modelos, asistentes y dueños de las marcas. Es una montaña rusa de emociones, se trabaja con muchas opiniones y poco tiempo, la presión es constante y las líneas de tiempo que hay para entregar un producto que satisfaga a todos no ayuda. Pero formar parte de un equipo de producción y crear algo con una visión artística es muy satisfactorio, me genera una adrenalina y pasión que ninguna otra profesión lograría darme, se podría decir que estoy adicta a las emociones de este medio.