El pasado sábado, 5 de octubre, se celebró la Carrera de la Mujer por la igualdad en Córdoba. En su XV aniversario, más de 2.000 corredoras inundaron las calles de la ciudad con una marea rosa. La cordobesa Irene Rancaño, de 22 años, se proclamó ganadora. Irene venía de conseguir la victoria más importante de su carrera, la media maratón Córdoba-Almodóvar, que se celebró la semana anterior.
En Milla Cero tuvimos la oportunidad de disfrutar de la carrera desde dentro. Una prueba que destaca por su carácter simbólico y de reivindicación, en la que miles de corredoras claman por la visibilidad de las mujeres en el deporte. Dado el carácter de la competición, esta prueba puede ser completada tanto corriendo como andando, lo que permitió ver a participantes de todas las edades. Desde aquellas que aún no se sostenían en pie, empujadas en carrito por sus madres, hasta hijas que llegaron a la línea de meta al mismo tiempo que su madre en silla de ruedas. Una carrera en la que se respiró un ambiente familiar de principio a fin. En Milla Cero vivimos la XV Carrera de la Mujer desde dentro. Helena de la Cruz
Con respecto a ediciones anteriores, la Carrera de la mujer ha experimentado nuevas actualizaciones. Por un lado, la participación de hombres de manera oficial. No obstante, estos no optaban a premio, pues su papel durante la tarde del pasado sábado fue el de apoyar a las mujeres en la causa por la que corrían. Esto se aclaró por megafonía minutos antes de dar comienzo la carrera, recalcando el papel protagonista de la mujer durante la prueba. La otra novedad fue el recorrido. Los 6 kilómetros de la prueba transcurrieron a lo largo de las Tendillas, el Alcázar, la Mezquita-Catedral y la ribera, entre otros puntos emblemáticos de la ciudad.
En la salida, estuvieron presentes personalidades como José María Bellido, alcalde de Córdoba, Manuel Torrejimeno, presidente del IMDECO, y Rocío Ruiz, consejera de igualdad, políticas sociales y conciliación de la Junta de Andalucía.
Cabe destacar el papel de los voluntarios, presentes antes, durante y una vez finalizada la carrera. A lo largo del recorrido estuvieron muy presentes, guiando y animando a las participantes. Pero sin duda, su presencia fue clave al finalizar la prueba en la IDM el Fontanar. En la meta, proveyeron de agua y fruta a todas las corredoras. Además, se instaló un pequeño puesto de fisioterapia para las más afectadas.
El Club de atletismo Los Califas, la entidad organizadora, hizo de una tarde de sábado un momento de reivindicación, festejo y deporte a lo largo de la ciudad de Córdoba.