Eran las seis de la tarde del 10 de octubre, en el Parlament de Cataluña. Estaba convocada una reunión con la Junta de Portavoces para discutir la supuesta declaración de independencia que se esperaba que pronunciase Carles Puigdemont en un pleno pedido por él mismo. Con todos los asistentes instalados en sus respectivos asientos, Puigdemont solicitó que la reunión se retrasase una hora porque tenía que ultimar los detalles de su aparición, y, según han explicado fuentes próximas a la Generalitat, contactar con mediadores internacionales, por lo que los portavoces desalojaron la sala temporalmente.
A las siete y 11 minutos todos los políticos volvieron al Parlament para asistir al discurso de Puigdemont, que, esta vez sí, declaró que Cataluña se había “ganado el derecho a ser un Estado independiente” y por ello él mismo asumía “el mandato del pueblo para que Cataluña se convierta en un Estado independiente en forma de república”. Tras estas palabras, acto seguido maniobró y pidió al Parlament que se suspendiese “la declaración de independencia para iniciar un diálogo en las próximas semanas”.
De esta forma, la declaración de independencia ha quedado suspendida apenas planteada, sin un plazo de suspensión concreto.
Primeras reacciones
Los grupos parlamentarios catalanes, en el justo tiempo de 10 minutos, expresaron tras estas palabras del presidente del Govern, sus puntos de vista y sus reacciones.
Inés Arrimadas, portavoz de Ciudadanos ha declarado que “es una crónica de un golpe anunciado” y ha advertido a Puigdemont que Europa no va a darle crédito debido a las decisiones que ha tomado. Además, afirma que “nunca han tenido una mayoría para declarar la independencia” y que no van a permitir que les “rompa el corazón a pedazos”, refiriéndose a la elección entre Cataluña, España y Europa.
Miquel Iceta, líder del PSC, ha expresado su preocupación por la división en España que está provocando este proceso jurídico y político, y por la fuga de empresas de la región. Así mismo añadió que “se está generando una incertidumbre que no nos podemos permitir”.
Xavier García Albiol, el líder del PP en Cataluña, ha valorado las decisiones de Puigdemont como “caso inaudito de un caso de demencia de un poder público”, y le ha pedido que hiciese “propuestas asumibles desde la legalidad”.
Anna Gabriel, diputada de la CUP, ha asegurado que “el único medio de comunicación posible con el Estado español es la república catalana”, y ha añadido que hicieron “un referéndum bajo ocupación policial y militar”. Y ha finalizado aclarando que han “venido a hacer una república”.
Respuesta del Gobierno
Por otra parte el Gobierno, desde Moncloa, ha declarado de forma inmediata que “es inadmisible hacer una declaración implícita de independencia para después dejarla en suspenso de manera explícita”. Han añadido también que no daban valor a la declaración de Puigdemont al ser fruto de unos resultados obtenidos por un referéndum no aprobado por el Tribunal Constitucional. Así, Rafael Catalá, el ministro de Justicia ha asegurado que no se podía dar valor a “una ley suspendida por el Tribunal Constitucional ni un referéndum, ni una declaración de independencia”.
Pablo Iglesias le ha exigido a Rajoy un referéndum pactado, pidiéndole que no atienda los argumentos de Ciudadanos y demás partidos tendentes a aplicar con dureza el artículo 155, porque sería “un gran error”.
Albert Rivera ha pedido a Mariano Rajoy unas elecciones para Cataluña, para “votar de manera legal” pero “con garantías, para legitimar un nuevo Gobierno” ya que, desde su punto de vista, Carles Puigdemont no ha actuado dentro del marco de la legalidad y la Constitución.
Xavier Doménech, portavoz de En Comú Podem, ha exigido a Rajoy que demuestre su intención de solucionar este gran conflicto y que actúe “como Gobierno, no como partido”.
Firma de la Declaración
Además de la comparecencia del president, el hecho más destacable en este día ha sido la firma de la Declaración de Independencia, un documento que han rubricado Puigdemont y los 72 diputados que apoyan al Govern. Esta firma tenía lugar a las 11 menos 2 minutos de la noche y no ha sido registrada ante el Parlament.
Para terminar el día, Soraya Sáenz de Santamaría, vicepresidenta del Gobierno ha comparecido ante los medios para explicar que el Ejecutivo de Rajoy ha convocado una reunión del Consejo de Ministros en la mañana del 11 de octubre a primera hora.
Mientras tanto, como primera respuesta empresarial a lo que ha sucedido en el Parlament, el Grupo Planeta ha confiramdo el traslado de su sede a Madrid tras la declaración de Puigdemont, a pesar de que, en realidad, se ha suspendido la independencia.