En su discurso, el Rey ha hablado de la nación española como unidad única e inquebrantable dos días después del Referéndum catalán del 1-O.
En su alocución, ha transmitido un mensaje de "tranquilidad, confianza y esperanza". Ha asegurado Felipe VI que la Generalitat catalana ha "quebrantado los principios democráticos de todo Estado de derecho y ha socavado la armonía y la convivencia en la propia sociedad catalana, llegando a dividirla". Además, ha sentenciado: "Hoy la sociedad catalana está fracturada y enfrentada".
Además, el Jefe de Estado quiso dirigirse con especial mención y en particular, a los catalanes contrarios a todo este movimiento, garantizándoles que "no están solos, ni lo estarán; que tienen todo el apoyo y la solidaridad del resto de los españoles, y la garantía absoluta de nuestro Estado de Derecho en la defensa de su libertad y de sus derechos".
Finalmente, el Rey ha terminado su discurso con un mensaje esperanzador, en el que ha incluido a Cataluña en una "España mejor que todos deseamos".
El discurso fue visto por 12 millones de españoles, y se considera que 8 de cada 10 catalanes lo vieron.