Con el término del verano se da cierre a la época más calurosa del año en Córdoba, en la que las cifras que rondan o incluso sobrepasan los temidos 40ºC no son nada nuevo para sus habitantes. Aunque, como se ha ido dando en los últimos diez años, la llegada del otoño no ha terminado de suponer un descenso de las temperaturas, e incluso en este último mes, ha conllevado un drástico incremento tanto de las mismas como de los incendios –intencionados o no intencionados- en toda la provincia.
A partir de mediados de agosto, Córdoba ha sufrido una multiplicación de los incendios que hasta ahora no había tenido precedentes, lo que la ha situado como el lugar más propenso -meteorológicamente- a sufrir incendios forestales de toda Europa. El cuerpo de bomberos trabaja sin descanso y bajo mínimos para tratar de solventar con la mayor rapidez y eficacia posible las numerosas alertas rojas que se están dando estos últimos días, contemplando cifras de hasta más de diez incendios en el mes de septiembre, y en los que además de daños materiales, una mujer de 63 años ha perdido la vida. Es tal la cantidad de avisos que se están recibiendo que hasta en este mismo sábado, 29 de septiembre de 2018, se ha registrado un importante incendio en la urbanización del Salado en Trassierra, que ya se encuentra bajo control gracias a la rápida actuación de los equipos forestales.
Las pérdidas monetarias que han supuesto estos siniestros comienzan a resquebrajar la endeble economía de los pequeños y medianos negocios. Habiendo afectado a empresas locales de mobiliario como Locados Hermanos Espinar, en Lucena, o a plantas de reciclaje como Geocorsa N-432, en las inmediaciones de SADECO.
Además de los cuantiosos incendios no provocados, también se está dando un importante auge en el número de incendios provocados, fundamentalmente asociados al vandalismo, según informa SADECO. Contenedores de toda la capital están sufriendo cremaciones, llegando hasta un punto en el que casi cada todas las mañanas amanece un nuevo bloque calcinado. El último se dio en la noche del día 30 de septiembre en la zona colindante al Estadio Municipal de deportes Enrique Puga, y anteriormente se habían venido dando en polígonos industriales como Chinales o El Granadal.
La devastadora alianza entre altas temperaturas y sequedad no da cuartel en la capital cordobesa, que espera con ansia la llegada del tranquilizador frío otoñal.
