Antonio Ledezma, abogado exalcalde de Caracas, llegó a España el pasado 18 de noviembre. Estuvo en arresto domiciliario desde 2015, momento en el que el actual presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ordenase su detención por su supuesta participación en la Operación Jericó la cual tenía como fin derrocar el gobierno venezolano.
Ledezma, sin pelos en la lengua, ha señalado que tiene “el premio de estar vivo”, una recompensa que, según él, debería pertenecer a “aquellos jóvenes que murieron por una democracia que no llegaron a conocer”.
Declaró ante la prensa que “la situación en Venezuela es totalmente insostenible”. Durante las protestas pacíficas que se llevaron a cabo en la capital venezolana hubo un total de 130 fallecidos; La mayoría jóvenes que reivindicaban un cambio en la presidencia del Gobierno y, sobre todo, un cambio radical en el país.
Maduro no solo es rechazado por los tradicionales partidos políticos opositores de Venezuela sino por la amplia mayoría ciudadana. Incluso su aceptación tampoco es plena dentro del chavismo. Muchos ex altos cargos de Maduro se distanciaron de su sucesor debido a las acusaciones por parte de abogados, fiscales u otras personalidades que están en el exilio por miedo a las represiones de Maduro.
“Han cometido crímenes de asesinato, torturas, encarcelación, así como un ataque sistemático y generalizado contra la población civil”, denunció Ortega Díaz, exfiscal venezolana.