Las hormigas voladoras, en este caso las del género Messor, que son las más vistosas por su gran tamaño, como indica el mirmecólogo José Alberto Tinaut, son absolutamente inofensivas y aparecen por un motivo concreto según indica el experto: la reproducción.
“Todas las especies de hormigas (alrededor de 15.500 a nivel mundial) tienen un momento a lo largo del año en el que se producen los llamados sexuados, expresión que se refiere a los machos y futuras reinas, que son alados. El momento cambia según las especies, pero desde la primavera hasta el otoño se están produciendo sexuados. La aparición de estas hormigas aladas, aunque intensa, suele durar poco y se debe a que la presencia en el exterior de estas hormigas es bastante fugaz, dura unos días o algunas semanas. Gracias a las alas se dispersan y en ese vuelo coinciden con los machos, copulando en propio vuelo, o a veces en el suelo. Finalizada la cópula, el macho suele morir al poco tiempo, la hembra pierde las alas y sola, o según las especies, en compañía de otras hembras, inicia la formación de un nuevo hormiguero cavando algún pequeño orificio aprovechando que la tierra está blanda por la lluvia.
A los pocos días, o después del invierno, esta hembra, ya reina, empieza a poner huevos de los que saldrán larvas y futuras obreras, haciéndose el hormiguero cada vez de mayor tamaño. Por tanto la función de estas hormigas aladas es la dispersión y reproducción con formación de nuevos hormigueros."
Una sociedad femenina
En un hormiguero convencional, siempre compuesto por hembras, se mantienen dos jerarquías. Por un lado está la reina, con la función casi exclusiva de poner huevos, y por otro lado están las obreras, que pueden tener diferentes funciones, a veces, fijadas evolutivamente. Es decir, con una morfología muy concreta según la función o tarea encomendada, aclara Tinaut: “Grandes cabezas para defender el hormiguero, o para procesar presas grandes, o con grandes abdómenes para almacenar líquido azucarado, etc. Todas estas formas anatómicas que se pueden distinguir en algunas especies es lo que se denominan castas”. Cuando no existen diferencias morfológicas concretas las funciones se reparten según la edad, las más jóvenes dentro del hormiguero y las más adultas fuera.
Utilidad del macho: Los machos aparecen sólo en épocas de cópula, junto con las nuevas reinas con la única función de reproducirse y morir después.
Una jerarquía sin dominación: “No hay una clase dominante que obligue a las demás a realizar determinadas tareas, estas se realizan por cuestiones de tipo genético”. El antiguo profesor de zoología afirma que a pesar de no haber estudios demasiado detallados al respecto, cada casta lleva implícita un tipo o varios de trabajos. No hay una imposición por parte de la reina y en opinión del experto, “la sincronía quizás, obedece precisamente a esa ausencia de dominancia o supremacía”.
Aunque de forma interna no exista una dominación, según Tinaut, existen hormigas esclavistas. Son sociedades de hormigas concretas que viven a costa del trabajo de otra especie concreta. En estos casos, las obreras, que tendrían la función de proveer al hormiguero de alimento y cuidar de la prole, son especialistas en asaltan otros hormigueros y en ocasiones tienen una morfología específica para esta función y robar sobre todo las larvas, pupas. “Esas larvas y pupas cuando eclosionan consideran que están en su hormiguero propio con lo que realizan sus funciones normales: cuidar de las larvas, de la reina, salir al exterior a recoger alimento, etc. Mientras que las obreras de la especie esclavista solo van a asaltar otros hormigueros de la especie hospedadora para seguir aprovisionando a su hormiguero de trabajadoras esclavas”.
En especies como la Teleutomyrmex, explica el antiguo profesor, “se da una derivación y 'mejora' del sistema y es que la especie parásita prescinda de tener obreras propias. Carecen de obreras, lo que siempre me ha resultado llamativo pues son hormigas que carecen de lo más característico de una hormiga: la obrera.”
Con tales afirmaciones se rompen los mitos sobre lo trabajadoras que son las hormigas y se desvirtúan las fábulas. “En los sitios en los que hace frío y la chicharra se muere supuestamente por no haber sido precavida. Es decir, en nuestro entorno, las hormigas durante ese invierno están todas durmiendo un plácido sueño hasta el inicio de la primavera, así que lo de guardar para el invierno es muy bonito, muy pedagógico para nuestros pequeños pero lo lamento… No es cierto.”
A pesar de tal afirmación, no niega que las hormigas sean trabajadoras, aunque añade que dentro del hormiguero en torno a un 30% de hormigas en momentos concretos no hacen nada. Ese 30% tiene la función de sustituir a las que van muriendo. Pero, ¿por qué parece que trabajan tanto? “Pues porque lo que hay en el exterior representa un porcentaje muy pequeño (30%) de la población total, no todas las hormigas están fuera trabajando, y más aún si incluimos a las larvas que no hacen más que comer… Por eso podemos ver esas columnas con hormigas cada una cargada con un grano o con una presa y que no dejan de entrar y salir, una actividad un tanto frenética. Pero dentro hay una parte importante de hormigas que no están en ese momento haciendo nada.
Las hormigas:"en general tan pequeñas que pasan desapercibidas, pero a su vez están repletas de detalles."