Los ejes de poder están cambiando en el mundo en el que vivimos, pero… ¿cuáles son las claves para entender este cambio de dinámica en la política internacional? Los líderes de ambos países nos están dejando pistas en los últimos meses que no hacen más que ratificar esta idea de relevo entre titanes.
El pasado 25 de septiembre, Donald Trump daba un discurso en la Asamblea General de la ONU (Nueva York). Y que no haría más que provocar las risas del resto de representantes… Entre defensas del proteccionismo, duras críticas a China, Alemania, Venezuela o los países exportadores de petróleo (OPEP) y su insistente llamamiento al aislamiento de Irán y no dio otra opción al resto de la cámara que reír ante lo absurdo de sus propuestas, según El Mundo.
Desde que Trump llegara a la Casa Blanca y según informa la BBC, este ha cambiado la agenda estadounidense en diversos ámbitos. Empezando por la inmigración, donde Trump ha cerrado su frontera a migrantes principalmente musulmanes, pero también a Venezuela o Corea del Norte y ha acabado incrementando en un 30% los arrestos de indocumentados. En las cortes, ha conseguido que impere el conservadurismo en el poder judicial del país al negarse los republicanos a confirmar los nominados que Obama presentó. La promesa de invertir en infraestructuras nunca llegó a hacerse realidad. Ha dinamitado el Obamacare (reforma de salud pública) sin lanzar propuesta que la reemplace. En comercio, se ha retirado del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP), quiere modificar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y su deuda con China aumentó hasta los 35 millones de dólares.
Todo este escenario de cambios está siendo astutamente aprovechado por el líder chino Xi Jinping para presentar a China como la alternativa a ese unilateralismo y proteccionismo de EEUU. Según informa The Guardian, China está buscando posiciones de poder y aumentando las contribuciones presupuestarias y comenzando a reivindicar su visión del mundo en temas como la preponderancia de la soberanía nacional sobre los derechos humanos. Desde el Consejo Europeo de Relaciones Exteriores advierten que la falta de firmeza y compromiso de EEUU y su retirada de organismos como el Consejo de Derechos Humanos de la ONU o la UNESCO, no está sirviendo más que para dejar vía libre a China para ocupar dicho sillón.
China está, además, legitimizada para ello con su aportación a la ONU, que ha subido hasta el 10, 25% para mantenimiento de la paz y ha entrenado a más de 8000 efectivos del Ejército Popular de Liberación (ejército chino) como milicias de reserva que puedan servir para llevar a cabo dichas operaciones para el mantenimiento de la paz. Desde el centro de investigaciones Brookings Institution, explican que las últimas resoluciones de China en la ONU hablaban del poder de la soberanía nacional por encima de los llamamientos o investigaciones internacionales e impulsaban el papel del Estado en su camino para mejorar la visión sobre los derechos humanos.
Por todo esto, no es de extrañar que ya muchos miren hacia el gigante asiático en los foros internacionales y es que, como siempre ha sucedido en la historia, en el momento que se deja vacía un sillón de poder, este no tarda en ser sustituido por otro actor; la novedad es que, por primera vez en siglos, esa potencia no viene de Occidente… ¿será Xi Jinping ya la figura más poderosa del mundo de la política? Esta es la idea que trata el siguiente vídeo: