Carrie Lam, la jefa del Gobierno de Hong Kong, ha manifestado que “no es factible un debate sobre el sufragio universal” ya que sería necesario una sucesión de pasos constitucionales por parte de la Asamblea Nacional Popular (de China). Sin embargo, el régimen autoritario de Pekín se opone contundentemente.
Asimismo, mientras llevaba a cabo su rueda de prensa semanal, Lam declaró ayer, 15 de octubre, a los periodistas que los procedimientos violentos de algunos protestantes radicales solo hacen que el Ejecutivo tenga "una mayor determinación para acabar con la violencia".
"La violencia no nos dará la solución: solo resultará en más violencia, solo empeorará la situación", apuntó la jefa del Gobierno local.
As I sit in my office every day and listen to the tragic news, I can't stand to see the citizens. Now, it comes across to me that while I am struggling to find another way to calm protesters, someone may be attacked by them.
— Plaid Carrie Lam (@Plaid_Lam) October 16, 2019
Las manifestaciones, que se convirtieron en masivas en junio a causa de una polémica propuesta de ley de extradición, han mutado hasta transformarse en un movimiento que busca una mejora de los mecanismos democráticos que rigen Hong Kong y una oposición al autoritarismo de Pekín.
Aquí podemos ver cronológicamente qué ha llevado a tal situación: