El 24 de septiembre el Ministerio de Sanidad anunciaba de manera oficial la fecha del examen MIR: el próximo 25 de enero los aspirantes a médicos residentes de nuestro país se enfrentarán a una prueba con un nuevo formato.
El pasado mes de julio Sanidad proponía un nuevo formato que como principal novedad tenía 175 preguntas más las diez de reserva en lugar de 225 como en las convocatorias anteriores. También habría una modificación en el tiempo de la prueba: una hora menos de examen (4 horas máximo en vez de 5). Esta propuesta se confirmaba a finales de ese mismo mes. La misma ministra de Sanidad, María Luisa Carcedo, explicaba que esto lo hacen para “aligerar el examen porque hasta ahora era muy duro”.
Estos estudiantes que llevan casi un año preparándose para este momento se encuentran con esta inesperada noticia. Un examen más corto implica tener para la misma materia que en convocatorias anteriores menos preguntas, y por lo tanto los fallos y los aciertos repercuten mucho más que antes.
Hablamos con Antonio, aunque es sevillano estudió los seis años de carrera en la Universidad de Valladolid y el próximo enero se presenta al examen: "será un examen más específico al reducir el número de preguntas, y no podemos centrarnos tanto en generalidades". Este estudiante también admite que a partir de ahí, todo se trata de puras especulaciones, nadie sabe lo que realmente pasará en apenas cuatro meses: "las academias suponen que será un examen difícil aunque con más fotos, ya se verá lo que pasa, no hay nada oficial excepto la disminución del número de preguntas y de tiempo".
Ramón estudió Medicina en la Universidad de Sevilla y este año se presenta al MIR. "Con este formato hay menos posibilidad de diferenciarte al haber menos preguntas. Están cambiando cada vez más para igualar a todo el mundo hacia lo bajo". El nuevo método de evaluación es algo que preocupa a parte del alumnado: "la clave ahora es que la carrera no cuenta nada, esto hace que no se premie a la excelencia ni al trabajo, a la gente que durante los seis años ha trabajado duro, entonces me parece súper injusto".
Uno de los principales inconvenientes de este nuevo formato es toda la planificación que lleva detrás un examen así. Las academias dedicadas a la preparación durante estos meses cuentan con un riguroso plan de estudios para sus estudiantes, dentro de este plan se encuentran los simulacros. Desde el pasado mes de agosto se han visto obligados a modificar el programa de los estudiantes. "Después de meses haciendo simulacros con el antiguo modelo ya estábamos acostumbrados, y a nadie le hizo gracia que se cambiase el formato ya tan avanzados", dice un estudiante.
Cabe destacar la constancia y resiliencia de estos estudiantes durante los meses preparatorios. Dejan atrás su vida, hacen una "pausa", para conseguir lo que tanto tiempo llevan soñando. El esfuerzo valdrá la pena.
