jueves. 21.11.2024

Cuando YouTube se convirtió en la plataforma más grande para compartir contenido audiovisual se vio obligada a reforzar su defensa contra los plagios. Hay muchas formas de compartir contenido protegido con derechos en esta página, y muchos propósitos (algunos sin mala intención), pero el simple hecho de que cada día se suban más de 300 horas de vídeos crea una necesidad en los gestores de proporcionar herramientas que protejan a los creadores de quienes intentan ‘robar’ su creación. El problema radica en que no todos los casos son el mismo; hay personas que no pretenden lucrarse con el contenido de otros, o lo usan para fines transformativos o educativos.

Content ID

Empecemos hablando de este algoritmo automático que no tiene demasiados años de vida y que es capaz de detectar millones de infracciones de copyright. Google lo define así:

“Content ID es el sistema automatizado y escalable de YouTube que permite a los titulares de derechos de autor identificar vídeos de YouTube que incluyan contenido de su propiedad”

Se trata de un programa en el que participan miles de propietarios de contenidos, los cuales ofrecen su material a la plataforma para que esta lo almacene en una base de datos. Una vez registrado, cualquier vídeo que incluya coincidencias con estos materiales registrados será detectado por este algoritmo y se le aplicará una penalización (los ingresos de ese vídeo irán al propietario). Para acceder a este programa y proteger tus creaciones debes cumplir unos requisitos, aunque si tu contenido es música, lo más probable es que se incluya automáticamente. Como hemos visto anteriormente, el castigo de ser detectado por este algoritmo es el menor posible; se incluirán anuncios en tu vídeo para que el propietario reciba los ingresos del mismo (en algunos casos se podrían compartir entre el poseedor de los derechos y el creador del vídeo). 

Visto de esta forma parece una herramienta muy útil (en gran parte lo es), pero no todo es positivo. Ahora es turno de los defectos y de paso, de aclarar algunas falsas creencias que hay. 

  • En primer lugar, el Content ID es un algoritmo automático, esto ya de por sí nos da una desventaja. Hay tres motivos principales por los que un usuario incluye contenido con copyright en el vídeo que sube a YouTube. 

El Content ID no es capaz de diferenciar entre estos tres escenarios, por lo que castiga por igual sea cual sea el motivoEl Content ID no es capaz de diferenciar entre estos tres escenarios, por lo que castiga por igual sea cual sea el motivo. Ilustración: Iván Salamanca

  • Otro defecto es que, si se da el tercer caso (el que no es legal), esta herramienta no es capaz de bloquear ni eliminar el vídeo (ya que, si no, eliminaría muchos vídeos injustamente) y esto lo debe hacer una persona mediante revisión manual. Es decir, para que la penalización sea la más grave (un strike, que es un aviso por incumplir las normas, si recibes tres tu canal será eliminado) el vídeo debe ser revisado por una persona. Esto es un inconveniente muy grande para YouTube ya que no disponen de tantas personas para que revisen vídeos, lo que ha obligado a Google a mejorar su algoritmo para que sea capaz de hacer revisiones ‘manuales’ y detectar el propósito del vídeo. El resultado no está siendo muy favorable para muchos usuarios, que han visto bloqueados sus vídeos injustamente. El caso más famoso fue el del canal H3H3, que se dedica a subir reacciones a otros vídeos, con chistes y comentarios. Un día se encontraron con una reclamación de otro usuario por haber usado su vídeo sin permiso. YouTube, equivocadamente, eliminó el vídeo y el canal recibió un strike. Los propietarios de este canal llevaron el caso a los juzgados, alegando que estaban amparados por el fair use, al tratarse de una parodia. Tras mucho dinero y tiempo invertidos, ganaron el juicio. 

 

Gracias a este popular caso, el fair use se volvió más importante de lo que ya era, otorgando la oportunidad a muchos creadores de contenido de usar material protegido legalmente sin ser sancionados. Sin embargo, este término suele ser muy confuso y complejo, así que vamos a intentar abordarlo de la mejor forma posible.

Fair use

Al nombrar el primer defecto del Content ID mencionamos tres escenarios en los que se podría subir contenido con material protegido. Dos de ellos están amparados por el fair use. Antes de repasarlos conviene definir qué es el uso justo. Nos remitimos para ello a la página oficial del copyright de los Estados Unidos:

“Fair use is a legal doctrine that promotes freedom of expression by permitting the unlicensed use of copyright-protected works in certain circumstances. Section 107 of the Copyright Act provides the statutory framework for determining whether something is a fair use and identifies certain types of uses—such as criticism, comment, news reporting, teaching, scholarship, and research—as examples of activities that may qualify as fair use”

Concretando en estos casos que se pueden calificar como uso justo, estudiantes de la Universidad de Texas elaboraron un documento que trata el fair use en YouTube y su relación con los vídeos en los que se reacciona a un contenido con derechos. En él se mencionan tres motivos por los que un vídeo con material protegido podría estar dentro del uso justo: 

“Thus, a transformative work involves: (1) an alteration of the authorial content; (2) no change in the form of the original, but a use that performs a valuable purpose; or  (3) no change or alteration, but rather the presentation of the original intact in a new context or with new insights or a different message”

Teniendo en cuenta estos apartados, cabe explicar dos tipos de vídeos que suelen tener conflictos y sobre los cuales hay muchas dudas, los podéis ver en este gráfico interactivo.

 

 

Habiendo hecho este repaso ante los dos términos más importantes en cuanto a copyright en YouTube se refiere, resulta evidente la complejidad del asunto, así como que sea completamente normal las dudas y el desconocimiento sobre el tema, a pesar del incesante ímpetu de Google en hacer entender sus políticas de copyright a los usuarios. Por tanto, os recomendamos precaución  con lo que se sube a esta plataforma, sobre todo si somos conscientes de que nuestro vídeo incluye material protegido con derechos de autor.