La ley rusa conocida como “ley de internet soberana” entró en vigor el pasado viernes, uno de noviembre, dándole más poder al gobierno para restringir y controlar el acceso a la red. La existencia de esta nueva norma está justificada por el Kremlin de Moscú para “mejorar la ciberseguridad”.
La nueva normativa establece que Roskomnadzor, Servicio Federal ruso de Supervisión de las Telecomunicaciones, Tecnologías de la Información y Medios de Comunicación; ya no requiere de una autorización judicial ni contactar con terceros, en este caso proveedores de telecomunicaciones, para bloquear cualquier contenido considerado inadecuado o sospechoso. Esta iniciativa pretende aislarse de los grandes servidores mundiales como método de defensa.
Polémica por la nueva ley que busca crear en Rusia la "internet soberana" Según @BBC en Moscú; "La ley establece que Rusia siga funcionando, si Occidente 'ataca' y desconecta al país"#RusiaAhora
— Uni Pana Noticias (@NoticiasPana) November 5, 2019
“El gobierno puede ahora censurar de manera directa el contenido o incluso transformar el internet ruso en un sistema cerrado sin informar al público sobre qué ha hecho o por qué”, denunció la oenegé Human Rights Watch en un comunicado.
Hoy, entra en vigor la ley que aísla a Rusia del resto del planeta. La llamada "Internet Soberana" por el régimen de Putin consiste en establecer una frontera electrónica entre el país y el mundo, filtrando y censurando en tiempo real todo el tráfico. ─https://t.co/v42xHb0klX
— Jack Casablanca (@UberCitizen) November 2, 2019
El descontento social no es una primicia y desde principios de año, cuando se hizo pública la medida, miles de manifestantes han salido a las calles a protestar contra una ley que afirman como amenaza contra sus derechos pudiendo afectar a la libertad de expresión. Las voces más críticas culpan al gobierno de haber asentado con esta ley una base legal que ampararía la vigilancia masiva y dotaría al gobierno de poder para vulnerar la privacidad de los ciudadanos.
La inquietud sobre el posible control o la ocasional monitorización de los contenidos se ha visto alimentada por una exigencia que viene recogida en la propia ley e impone unos dispositivos llamados “middleboxes” que filtran quirúrgicamente el contenido de la web, y el gobierno comprará la tecnología para proporcionársela a los proveedores de servicios de internet, asumiendo correctamente el control directo sobre el tráfico de Internet. Las cajas deben estar programadas de forma que el Kremlin pueda gestionar el tráfico de internet.
Por su parte los expertos suscitan ciertas dudas en cuanto a los modos de aplicación de la nueva legislación, así como la efectividad real que finalmente tendrá dicha norma, y ponen sobre la mesa el desafío tecnológico que supondría deshacer las conexiones a nivel global y los elevados costes que llevaría consigo.
No hay que olvidar que no es la primera vez que Rusia ha experimentado con la oportunidad de “controlar internet” y detener el flujo de datos, pero hasta el momento las redes han evidenciado ser resistentes.