La era de las tecnologías ha provocado un exceso de contenido erróneo y de mentiras motivado por el desarrollo de las fakes news y la credibilidad que estas producen. No podemos olvidar que un contenido editado y malformado es también un fake y que podemos considerar real algo que no lo es. Las mentiras pueden llegar a ser hasta de los actos más simples.
“Si mascas un chicle de un sabor mientras estudias y luego mascas el mismo sabor durante el examen te ayudará a recordar los conceptos”. Falacias como estas escuchamos diariamente a través de diferentes medios o individuos. Hay que tener en cuenta que un contenido verídico puede ser editado y dejar de serlo.
Esta misinformación se puede ver influenciada por el uso de las redes sociales e Internet en sí, donde se publica contenido sin realizar antes una verificación exhausta del mismo. Un ejemplo de ello es Tik Tok donde ha sido publicado este post.
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Actualmente, las redes sociales son un arma de doble filo. Es cierto que son un instrumento de visibilidad, difusión y un lugar muy amplio donde crear todo tipo de contenido, pero tenemos que tener claro que no debemos creernos todo lo que se publica.
Para comprobar si este acto es real o no, diversas investigaciones se han puesto manos a la obra para conseguir llegar a una idea clara sobre el tema. Como nos cuenta TurboMemory, la Universidad de St. Lawrence realizó un estudio con 224 estudiantes y los dividieron en tres grupos. Unos tenían que masticar chicle antes y durante un examen, otros solo cinco minutos antes del examen y, los últimos no tenían que mascar chicle. Los resultados fueron asombrosos cuando vieron que los que habían tomado chicle cinco minutos antes incrementaron su rendimiento un 35 % más que aquellos que no lo habían hecho. Investigaciones similares como la realizada por la Universidad de Northumbria y la Universidad de Cornell apoyaron esta teoría obteniendo unos resultados prácticamente iguales. Esta teoría defendía que el acto de mascar chicle aumentaba el ritmo cardiaco, incrementando el oxígeno y generando un mayor rendimiento en el individuo que lo consume.
El Baylor College of Medicine también hizo un estudio sobre este tema, en el que dividía a los estudiantes en dos grupos (unos masticaban chicle durante la clase y el otro grupo no). Los resultados fueron semejantes, concluyendo que aquellos que habían tomado chicle mejoraron su rendimiento un 3 % con respecto a los que no.
Con estas teorías, no se está desmintiendo el hecho de que comer chicle mejore el rendimiento cerebral del individuo, es más, se quiere destacar para ver la eficacia que este produce. Pero tenemos que tener cuidado, ya que el post publicado en Tik ToK no refleja el verdadero mensaje. Que mastiques un chicle durante el examen que sea del mismo sabor del que te tomaste mientras se realizaba el estudio, no te asegura que tu rendimiento vaya a aumentar y te haga recordar el contenido aprendido durante ese periodo. De hecho, lo más seguro es que tu concentración disminuya debido a que enfocas tu atención en masticar y no en tu mente. Lo verídico es que aumenta tu rendimiento si tomas el chicle 5 minutos antes de realizarlo, pero no durante el examen.
Recuerda, ten cuidado con lo que ves en las redes y te crees. El mensaje puede ser modificado y dejar de ser real.
